Todo pasa por tomar decisiones.
Para que estas deciciones sean correctamente dirigidas a mejorar nuestras vidas, necesitamos autoobservarnos.
Autoobservarnos es la herramienta práctica del autoconocimiento.
Es conocer al conocedor, indagar en quien indaga. Sin la autoobservación no hay posibilidad de detectar todo el amasijo de emociones que nos toman o las distintas reacciones que nos sacan de nuestro eje.
La aotoobservación no puede ser una acción mecánica, porque precisamente rompe el automatismo para observarnos, y de esa manera, comenzar a dejar cierta distancia con todo aquello que creemos que es sumamente esencial en nosotros, cuando en realidad son capas y capas de personalidad creada.
El autoconocimiento no es dentro de unos años, ni los logros ni lo adquirido. Comienza ahora, en este instante, y el canal de transformación es la aotoobservancia, que derivará con ello un acercamiento más profundo a nuestra propia esencia.
Comentarios
Publicar un comentario